Thursday 17 April 2014

Ucrania: laboratorio neonazi, gas y petróleo

"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista.
Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro.
Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío.
Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí."
Martin Niemoeller
Pastor protestante, 1892-1984.
“Todo tiene sus límites, y en el caso de Ucrania nuestros socios occidentales se han pasado de la raya, se han comportado de manera grosera, irresponsable y poco profesional”… “San Petersburgo fue la cabeza de Rusia, Moscú su corazón, pero Kiev la madre”.
Vladimir Putin
Discurso sobre Crimea, 2014

Por: Víctor Wilches
Agropolis, Estocolmo.

Los tambores que anuncian el inicio de una gran guerra mundial continúan repicando en Ucrania. La injerencia a fondo por parte de EE.UU./UE/OTAN en la desestabilización de Ucrania entraña unas connotaciones geopolíticas que van más allá del golpe de estado inducido para instalar un régimen/laboratorio neonazi a las puertas de Europa. Los acontecimientos conducen a conjeturar que con esta agresión se busca alterarle el rumbo al orden internacional multipolar gestado en la última década e impedir su consolidación, y en su lugar imponer un orden internacional hegemónico, opresor, militar/mercenarizado y violento capitaneado por la plutocracia de EE.UU.

La agresión político-militar desplegada por EE.UU./UE/OTAN para forzar un nuevo orden internacional que responda a los intereses de EE.UU. está develando que inevitablemente todos los caminos conducen finalmente a una guerra frontal con China. Para llevar a cabo este arriesgado sueño imperial, Washington y Bruselas tienen que controlar/derrotar tres lugares emblemáticos: La Plaza Maidan, la Plaza Roja, y la Plaza Tiananmen. Tarea no fácil, pero el desespero puede llevar a cualquier demencial aventura, así ésta sea una pugna intercapitalista.

Esta peligrosa jugada por parte de EE.UU./UE/OTAN es producto de la pérdida de influencia y de poder global de EE.UU., cuyo declive acelerado viene acompañado de una profunda crisis económica y energética sin retorno. El modelo capitalista de producción depredó, destruyó y agotó los recursos naturales y energéticos, y contaminó todos los ecosistemas del planeta en su afán de acumulación. El crecimiento económico es cosa del pasado. Sin energía es imposible crecer. Para crecer económicamente se requiere aumentar el consumo de energía, y a la inversa, sin aumento del consumo de energía es imposible crecer económicamente. Por lo tanto, si un sistema basado en el crecimiento económico infinito no puede crecer está abocado a un colapso societal. El modelo capitalista ha llegado a su punto límite y ha comenzado su implosión arrastrado por una crisis multidimensional inherente al propio modelo. “La decadencia y caída del imperio global de Estados Unidos es el hecho más importante de la geopolítica en el mundo de hoy” (1), el colapso está en camino y su impacto es de grandes proporciones telúricas a nivel global. Ucrania acusa ser un revelador síntoma para evitar que el sistema colapse. Esta encrucijada hace que los apetitos imperiales de Estados Unidos en su huida hacia adelante por el control de territorios y de los recursos que quedan conduzcan a una guerra mundial nuclear.

Ucrania: Juego por el poder global


"La plutocracia después de haber destruido el poder real por la fuerza bruta con disfraz de democracia ha comprado y reducido a la nada ésta democracia. "
George Bernard Shaw

Víctor Wilches
Agropolis, Estocolmo.


La compleja situación política que vive Ucrania creada por el complot golpista orquestado por “occidente” puede desencadenar una conflagración mundial. Esta crisis es el resultado de la puesta en marcha de una combinación de todos los posibles arsenales y medios, por parte de EE.UU. (y de la Unión Europea –UE– como actor de segunda) en el antiguo espacio post-soviético, buscando cercar, desmembrar y someter a Rusia para hacerse a sus ingentes recursos energéticos, como paso previo a una confrontación contra China por el dominio global del mundo. Los tambores de guerra están repicando ensordecedoramente.

Cerco y desmembramiento han sido el eje de la política imperial de Washington desde la desaparición de la URSS para subyugar a Rusia. Las guerras emprendidas por la Casa Blanca (secundada por la Unión Europea e Israel), desde el 11/S, para reconfigurar a través de la fuerza el equilibrio de poder mundial e imponer un nuevo orden internacional ha sido la prioridad de su geopolítica. Aunque estos intentos imperiales hayan estado marcados por el fracaso, la derrota y el desprestigio (Afganistán, Irak, Georgia, Líbano), no por ello,   Washington ceja en crear nuevas guerras en las fronteras de Rusia y de fomentar grupos para que creen el caos a su interior.

Ucrania es de un valor geoestratégico para Rusia y en la misma proporción simétrica para sus rivales, ya lo afirmaba de forma contundente uno de los estrategas más influyentes de la geopolítica de Estados Unidos Zbigniew Brzezinski, “Rusia sin Ucrania deja de ser un imperio, pero Rusia con Ucrania sobornada y luego subordinada, automáticamente se convierte en un imperio”. El resultado histórico de lo que acontezca hoy en la crisis de Ucrania puede delinear y determinar el devenir de un nuevo orden internacional en el inmediato futuro.

Saturday 12 October 2013

Lo que dice el V Informe del PICC: “Cambio Climático 2013: La Base Científica Física”

 “Una gran parte del Cambio Climático antropogénico es irreversible en una escala de tiempo humano, si no se frenan las emisiones de CO2”

 
Por: Víctor Wilches
Agropolis, Estocolmo.

 
El pasado 27 de septiembre de 2013 se dio a conocer en Estocolmo, Suecia, el Quinto Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (PICC) (Aquí se puede ver el Informe), en medio de grandes expectativas tuvo lugar la presentación, a pesar de que gran parte de los resultados de reporte ya habían sido filtrados a los medios de comunicación.

Este reporte preparado por el Grupo de Trabajo I del IPCC lleva como título “Cambio Climático 2013: La Base Científica Física”. Este informe de Estocolmo, es la primera parte del informe general compuesto de cuatro capítulos, que serán dados a conocer a lo largo del próximo año, que ha comenzado desde septiembre 2013 hasta octubre de 2014.

El reporte del IPCC de 2013 además de poner al descubierto las valoraciones de toda una serie de fenómenos climáticos extremadamente críticos e inequívocos, permite  igualmente ver el ambiente de presión a que se ven enfrentados los expertos durante el proceso de desarrollo del informe por parte de intereses creados y de gobiernos. Estos los podemos resumir en tres líneas básicas: Un primer elemento a resaltar es la reconfirmación de lo que ya se había demostrado científicamente en el informe de 2007: el cambio climático existe, es muy grave, y ha sido causado principalmente por los seres humanos. Lo segundo a resaltar es lo que hace referencia al llamado “presupuesto de CO2” con que cuenta la humanidad para no traspasar la frontera peligrosa del 2oC, y cómo a partir de ello, se desprende no tan veladamente la apuesta de la economía verde por la geoingeniería y la bioingeniería. En tercer lugar resaltar cómo los científicos y los medios de comunicación que están luchando contra el cambio climático se ven enfrentados a dos tipos de presiones: por una lado, a un fuerte lobby de grandes empresas y de negocios y de emisarios de gobiernos que presionaron sobre los resultados del informe para tome una dirección a favor de estos intereses privados, y en por otro, al flujo de dinero donado por el gran capital a los escépticos o negacionistas del cambio climático para que desacrediten el trabajo científico de los expertos en el cambio climático.

Friday 20 September 2013

La Agencia Internacional de la Energía (AIE): Llama a quemar el planeta para enfriarlo

Por: Víctor Wilches
Agropolis Estocolmo
 
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) en el mes de junio de este año, dio a conocer un informe especial que viene acompañado de un pintoresco nombre: “Redibujando el Mapa de la Energía-Clima” (“Redrawing Energy Climate Map”). El informe hace un llamado a los gobiernos para que actúen urgentemente si se quiere mantener vivo el objetivo de los 2oC y sentencia que el 2020 será demasiado tarde si no se ponen en marcha una serie de medidas que la AIE denomina: plan de 4-para-2oC.
 
Este llamado ha despertado cierto grado de interés en diversos sectores, que en cierta forma se puede entender, debido a que la AIE acude a instrumentos tecnológicos como la eficiencia tecnológica y la BECCS (Bio-energía con Captura y Almacenamiento de Dióxido de Carbono), para mantener viva supuestamente la meta de los 2oC. Esto nos fuerza a realizar una valoración crítica de los planteamientos presentados en este informe, para evitar que el frenesí de la tecnología enverdecida nos enceguezca y no nos permita ver cómo la economía verde proyecta colársenos por todos los resquicios posibles. Por ello, debemos estar atentos para evitar que la AIE con sus planes logre el efecto de fertilizar nuestras mentes a base de ingentes emisiones de CO2.
 
Existen diferentes prototipos de entusiastas tecno-energéticos que abrazan la creencia de que para salir de la actual crisis energética, se debe estimular el desarrollo de procesos y sistemas tecnológicos orientados a producir energía verde y limpia de forma generalizada y extensiva, de tal manera que puedan sustituir a los hidrocarburos como fuente de energía primaria.
 
A estos entusiastas se les puede agrupar en tres grandes tendencias: 1) los impulsores de la economía verde que se identifican plenamente con las líneas trazadas por la AIE,  cuyo eje central es el camino expedito para las ganancias económicas a la sombra de la “eficiencia tecnológica” sustentable y del capitalismo enverdecido. Igualmente encontramos en este grupo a los negacionistas del cambio climático y del cenit del petróleo. 2) los tecno/ciencia optimistas, aferrados a que la tecnología y la ciencia nos van salvar del colapso medioambiental y energético. Estos esperan la aparición del milagro energético y la herramienta tecnológica, que sean capaces de sustituir los hidrocarburos y de reducir y capturar las emisiones de CO2. Y, 3) aquellos grupos de expertos, partidos políticos liberales, conservadores, socialdemócratas, e incluso algún sector de la izquierda, y gobiernos, que creen en el desarrollo y en el progreso tecnológico como la salida a las crisis ecológica, social, económica y ética de hoy. Establecen que se deben poner en marcha programas económicos basados en energía limpia y sustentable, para recuperarnos de la crisis y comenzar nuevamente el camino del crecimiento económico. Incluso habrá los que perciban un futuro redentor de “energía limpiapara la humanidad en la conferencia “Observaciones sobre el Cambio Climático”, de Barack Obama en junio pasado.
 

Thursday 30 May 2013

Permaculture: Our Urban Design Part 3 - Utilities


Food Movement: Wheels, Water, Rail, and Air

by Philip Ackerman-Leist                                                        

This is part 3 of our serialization of Chapter 4 (Energy) from the latest Resilience guide, "Rebuilding the Foodshed: How to Create Local, Sustainable & Secure Food Systems". This excerpt looks at the challenge of moving food from farm to plate. 
 
Distribution drives the food system. It’s currently the fastest-shifting sector in our food system, in part because it’s market-driven and steered by technological development. When we don our energy lenses, we quickly see that a local farmer bringing food to the local market in a pickup truck is efficient only if the distance between the farm and the market is very short. The more a food transportation vehicle is built for moving large amounts of food across significant expanses, the more energy-efficient that vehicle tends to be (see fig. 4-5). Ironically for the local food advocate, transportation efficiency actually peaks with oceangoing ships, declines slightly with rail and more so with diesel trucks, and finally diminishes with the iconic farmers’ market pickup. It’s only in compact cities and small rural towns that energy efficiency can jump back up with the farmer back in the driver’s seat—or rather, the saddle. Bicycle transport wins the efficiency game in linking local farms to consumers right in the neighborhood.
 
Rebuilding local food systems faces two contrasting challenges with transportation:
 
  • Underdeveloped expertise and infrastructure for moving local food from the farm to the local consumer efficiently and cost-effectively.
  • The daunting influx of inexpensive foods from distant places that overwhelm the nascent local food marketplace.
Inherent in both challenges is, again, the issue of scale: scale of production, scale of processing, scale of distribution, and certainly scale of purchasing, all of which impact product availability and price. When we hit the distribution issue, we see the challenge of taking on the Goliaths of the food world with nothing but a slingshot in the form of a pickup truck.

Wednesday 29 May 2013

Can Rebulding Local Food Systems Help Promote Renewable Energy?

by Philip Ackerman-Leist                                                        

This is part 2 of our serialization of Chapter 4 (Energy) from the latest Resilience guide, "Rebuilding the Foodshed: How to Create Local, Sustainable & Secure Food Systems". This excerpt looks at some areas where small to mid scale farming might have the edge. 

Read Part 1, Read Part 3, Read Part 4, Read Part 5, Read Part 6, Read Part 7
 
Farming is about energy flows. “Food production” is about a terminal point in the act of agriculture.
As soon as we begin using the word “farming” again, all of the implicit associations with farming begin to reemerge in our shared thoughts and language—planting and harvesting seasons, the cumulative wealth of generations, the farmscape, the role of farms within the community. Suddenly, place, time, and the stewardship of inherited traditions all start to become important again. We can quantify production, but we can qualify farming. That is to say, we can instill it with values, not just interpret it through metrics.
  
These days, when we attribute values that we think define good ecological farming practices, we generally tend to speak of “sustainable farming.” Sustainable farming is the careful management of energy flows, not just to get to one final product at the end of a season but to ensure that those energy flows allow for a regenerative use of the land far into the future. What better way to think about food and farming than through a pie chart? Figure 4-4 clearly depicts the sticky fingers in the energy pie at this point in time. It’s obvious: we are overly dependent upon photosynthesis that occurred millions of years ago to fuel the growth of our modern farms through fossil fuels. It’s also worth noting that fertilizer and pesticide production is heavily dependent upon fossil fuels, not just for powering the manufacturing process but as primary components for many of those products.